El diseño de Ban se basa en la interacción entre luz y materialidad. La geometría permeable permite que la luz natural se filtre a través de la fachada, suavizando la transición entre los espacios interiores y exteriores. En el interior, las salas de exposición se inundan de luz indirecta, mejorando la experiencia de los visitantes sin exponer las obras a la radiación solar directa. El edificio también adopta el principio del “termo”, donde los espacios intermedios protegen las zonas interiores, regulando la temperatura y favoreciendo la circulación natural del aire.
La celosía exterior utiliza un revestimiento de madera para fachadas de Parklex Prodema, fabricado con madera natural. Estos paneles presentan una excelente resistencia frente a las condiciones climáticas extremas de la región y no requieren de ningún tipo de mantenimiento posterior. Tras una década de exposición a los duros inviernos de Aspen, la madera ha demostrado su durabilidad, guardando su apariencia original. La colaboración con Parklex Prodema fue fundamental para el éxito del proyecto. El equipo de arquitectos trabajó estrechamente con la empresa para realizar una maqueta a escala real del revestimiento exterior de madera antes de su construcción, lo que permitió optimizar el uso de los materiales y garantizar que el museo sirviera como un modelo de sostenibilidad y diseño consciente.