El proyecto SFJ6 dibuja nuevas formas de pensar 102 viviendas sociales tras la pandemia, cuidando el bienestar en los espacios interiores así como la calidad del entorno urbano, repensando el espacio público-privado y sus zonas de contacto.
¿Cómo debe ser una vivienda en la actualidad?
Entendemos la vivienda desde una perspectiva holística: debe satisfacer tanto las necesidades de quienes la habitan como las del entorno en el que se inserta, ya sea un edificio, un barrio o una ciudad. Es crucial tanto en su escala reducida como en la expandida, ya que se trata de mejorar la calidad de vida de las personas en todas sus dimensiones. La vivienda debe contar con espacios de calidad, bien iluminados y conectados visualmente con el entorno a través de aperturas adecuadas. Dado que la mayoría de las viviendas no son muy grandes, esta es una manera de expandirlas espacialmente. Siempre que sea posible, deben contar con espacios exteriores, especialmente en un contexto en el que las ciudades tienden a ser más amigables. Las relaciones sociales son fundamentales; la vivienda debe fomentar el sentido de comunidad y la interacción social. Además, debe ser respetuosa con el medio ambiente, incorporando tanto estrategias pasivas como activas para reducir el consumo energético y minimizar su impacto ambiental.