Guía de colores y texturas de madera para arquitectura y diseño de interiores

Guía de colores y texturas de madera para arquitectura y diseño de interiores

La madera como lenguaje arquitectónico

En la arquitectura y el diseño de interiores contemporáneos, las texturas de madera han pasado de ser un mero recurso estético o estructural a convertirse en una herramienta narrativa. Su uso no se limita a revestir, calentar o decorar: la madera es, hoy, un lenguaje. Un lenguaje visual, táctil y emocional que puede transformar completamente la atmósfera de un espacio. Y en ese lenguaje, el color y la textura en arquitectura son las palabras con las que se construye el discurso.

La elección de un tono de madera determina la luz, la escala percibida y el carácter de un proyecto. Las maderas claras, como el abedul, el fresno o el roble blanqueado, transmiten luminosidad y ligereza. Son maderas suaves en su expresión, con vetas discretas y colores que van del beige al miel pálido. Se asocian con espacios serenos y amplios, donde prima la calma visual y la neutralidad cromática, y resultan ideales para viviendas, escuelas o entornos donde la luz natural es protagonista. En estos espacios, los suelos de color madera clara pueden multiplicar la sensación de amplitud y confort visual.

JAVIER BRAVO
Hotel Nobu de San Sebastián, por Tomás Alía del Estudio Caramba. Ver más

Equilibrio cromático: tonos medios y versatilidad

En un punto medio se encuentran especies como el roble natural, el arce o el castaño, cuya gama dorada y textura equilibrada aportan calidez y elegancia sin imponerse. Este tipo de maderas funciona particularmente bien en interiores atemporales y versátiles, desde hoteles hasta oficinas con identidad amable. No son ni demasiado rústicas ni excesivamente formales, lo que las hace perfectas para construir espacios que se sienten acogedores pero profesionales.

Estas tonalidades también se adaptan bien a diseños que buscan integrarse con el entorno o respetar una estética neutra. En proyectos de rehabilitación o espacios abiertos, el uso de suelos de color madera media contribuye a unificar ambientes sin perder carácter.

 The Light House Dragon Rouge
The Light House, por Dragon Rouge. Ver más

Profundidad, emoción y contraste: maderas oscuras y rojizas

Por su parte, las maderas oscuras, como el nogal o el wengué, ofrecen una presencia más rotunda. Sus tonos, que oscilan entre el chocolate, el café y el gris humo, confieren profundidad y sofisticación. Se trata de materiales con una veta intensa, a menudo más densa, que generan ambientes de recogimiento y carácter. En interiores donde se busca una atmósfera elegante o introspectiva —desde bibliotecas hasta restaurantes de alto nivel—, este tipo de madera establece un diálogo intenso con la luz y el silencio.

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Oficinas Arkoslight, Por Francesc Rifé Studio. Ver más

En otro registro, las maderas rojizas como el cerezo o la caoba introducen un componente emocional y nostálgico. Su tono cobrizo, a veces anaranjado, tiene una fuerte carga expresiva que remite tanto a lo artesanal como a lo clásico. Estas maderas son ideales cuando se busca dotar a un espacio de una personalidad cálida, con cierta reminiscencia histórica o ecléctica.

Suelos con madera natural Parklex Prodema en el Restaurant L’Avenue en Saks 5th Avenue, Nueva York, de Philippe Starck
Restaurante L’Avenue en Saks Fifth Avenue, Por Jean-Louis Costes y Philippe Starck. Ver más.

Estética contemporánea: maderas tratadas y envejecidas

Más recientemente, se ha consolidado el uso de maderas tratadas o envejecidas, en tonos grises, blanqueados o incluso plateados. Este tipo de acabados responde a una sensibilidad contemporánea que valora lo imperfecto, lo vivido, lo que cuenta una historia. Son maderas que dialogan bien con materiales brutos como el hormigón o el acero, y que funcionan tanto en intervenciones industriales como en rehabilitaciones donde la memoria del edificio debe quedar expuesta.

Revestimiento exterior Parklex Prodema impermeable y que no requiere mantenimiento, con una textura de madera natural en color negro para la fachada exterior de una galería.
Galería Parisina, por Artefactorylab. Ver más.

Para quienes buscan colores para fachadas de casas de madera que combinen elegancia y resistencia, estos tonos envejecidos ofrecen una solución que aúna estética y funcionalidad.

La importancia de las texturas en arquitectura y diseño

Pero tan importante como el color es la textura. La madera se mira, pero también se toca, y la superficie dice mucho sobre el tipo de experiencia que se quiere generar. Un acabado lijado o pulido transmite elegancia y limpieza; uno cepillado aporta un relieve natural que acentúa la veta; un aserrado remite a lo artesanal y lo rústico; y un envejecido controlado introduce una dimensión sensorial de autenticidad que es cada vez más valorada.

Este enfoque pone en valor las texturas en arquitectura como un elemento central en la creación de atmósferas. En el diseño de interiores, el uso de texturas para arquitectura permite no solo enriquecer visualmente un espacio, sino también generar contrastes táctiles que refuercen la narrativa del proyecto. Las texturas en el diseño de interiores —desde las más suaves hasta las más marcadas— son clave para evocar emociones y construir identidad.

Criterios técnicos para elegir el acabado adecuado

A la hora de elegir una madera, conviene tener en cuenta variables técnicas como la luz, que modifica la forma en que percibimos el color; la oxidación natural del material, que con el tiempo puede oscurecer o cambiar el tono original; o el mantenimiento requerido, especialmente en superficies expuestas al uso intensivo o a la intemperie. En este sentido, es cada vez más frecuente recurrir a soluciones técnicas que permitan conservar la apariencia natural de la madera sin renunciar a prestaciones como la durabilidad, la resistencia a la humedad o la estabilidad cromática.

Aquí es donde cobran especial relevancia materiales como los de Parklex Prodema, que ofrecen revestimientos de madera real con una protección tecnológica que los hace aptos para usos exigentes: fachadas ventiladas, techos, interiores de alto tránsito o incluso zonas húmedas como baños o spas. Al trabajar con chapa de madera natural protegida por un recubrimiento propio, estos paneles permiten incorporar la calidez, la textura y la autenticidad de la madera en cualquier parte del proyecto, sin los problemas habituales de mantenimiento o envejecimiento irregular.

Un abanico de posibilidades para cada proyecto

Además, la gama cromática y textural que ofrece Parklex Prodema abarca todas las sensibilidades: desde tonos claros y limpios para proyectos escandinavos, hasta maderas oscuras, rojizas o envejecidas con una gran riqueza visual. El resultado es un material honesto y contemporáneo que combina lo mejor del diseño con la innovación técnica, y que encaja perfectamente en las tendencias actuales que privilegian lo natural, lo táctil y lo duradero.

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Residencia Privada en Barcelona, por Twobo. Ver más.

La madera, en definitiva, sigue siendo insustituible. Porque más allá de modas, ofrece lo que pocos materiales pueden: una relación íntima entre espacio y emoción, entre arquitectura y vida. Elegirla con criterio, conocer sus variaciones, trabajarla con respeto y combinarla con inteligencia es, quizás, una de las decisiones más potentes que puede tomar un diseñador. Porque cuando la madera se convierte en protagonista, el espacio cobra sentido.

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Paneles con madera natural

Los paneles Parklex Prodema incorporan una capa superficial de madera natural en lugar de papel impreso, lo que aporta una calidad superior a fachadas e interiores.